17/9/13

Una aventura inesperada

Suspira y empieza a explicarse.
-Carlota y yo discutimos el otro día. Es demasiado celosa y me tiene bastante harto. Después de tantos años me canso de demostrarle día tras día que quiero estar con ella. Pero después de tantas peleas, y discusiones ya no sé ni si la sigo queriendo o si estoy con ella por estar. Le dije que necesitaba unos días para pensar, para aclararme las ideas pero ya ves que no deja de llamarme. –Me enseña su teléfono con la lista de llamadas perdidas. - Se cree que me he ido por ahí con mis amigos a liarme con cualquier tía que se me cruce por delante, y yo nunca he sido así, ¿Por qué lo iba a ser ahora? Pero si lo hiciera tampoco pasaría nada, le dije claramente que ya no estábamos juntos, pero según ella sí.
Me mira, no sé qué quiere que conteste. Sigue mirando al frente, es tan guapo. No me extraña que esa chica quiera estar con él e insista tanto. No quiero verlo tan serio, no sé porque sin apenas conocerlo me siento tan cómoda con él.
-Ella se lo pierde. - me mira y sonríe, pero que mono es.
-Gracias. Me presento como dios manda me llamo David, soy del pueblo de al lado, aunque mi casa está entre los dos pueblos, en medio del campo. -me tiende una mano y se la estrecho.
-Yo Mara, y vivo aquí arrastrada por mi padre.
- ¿El chico al que buscabas antes... es tu novio?- no puedo evitar reír.
-¿Ángel? No, es mi mejor amigo. Fui a la fiesta por él, y al poco de llegar se fue con alguien.
-Esas son buenas noticias, al menos para mí. Vamos es tarde, y tus padres estarán preocupados, te llevaré a casa.
-Dudo mucho que mi padre esté pensando en mi ahora mismo.
Al ver la cara que pone no sé porque empiezo a explicarle.
-Mi madre me abandonó cuando era pequeña. Y la relación con mi padre es algo distante desde entonces. Antes vivía en la ciudad con mi padre y mi tía. Pero hace unos años nos vinimos a vivir aquí.
-Vaya, lo siento. No lo sabía.
-No pasa nada.
-En mi familia somos cuatro hermanos, todos niños. Mi madre buscaba una niña y cuando nací yo ya decidieron dejar de intentarlo, tenían que criar a cuatro cafres. Aunque yo a ser el más pequeño me ha cuidado más mi hermano mayor, Julio, el que me enseñó este lugar. Soy el pequeño de una gran familia así que soy el niño mimado por decirlo de alguna manera...
Seguimos charlando durante horas y horas. Se me pasó  el tiempo volando, no pensé en ningún momento en volver a casa, ni si mi padre estaría preocupado o si Ángel se preguntaría dónde estaba. Estaba con David y por raro que parezca en ese momento no me importaba nada más.

Llego a casa el sábado por la mañana. Tenía 10 llamadas perdidas de mi amigo Ángel y ninguna de mi padre. La verdad no me extraña. Primero me daré una ducha y luego escucharé el sermón de mi amigo. Cuando entro en casa  le digo a mi padre que dormí en casa de Ángel, el pobre se lo cree. Desayuno con él cómo es costumbre y subo a mi cuarto.
-¿Estás loca? Te vas en mitad de una fiesta con un desconocido a saber dónde y sin cogerme el teléfono. Estaba preocupado.
-Ángel estoy sana y salva en casa, tranquilo.
- ¿Sabes la noche que he pasado? Cuando me contaron lo de la piscina y que te habías largado con un tío que nadie conocía me asusté mucho. No se Mara tú no eres así.
-Quizás no me habría ido con él, si mi amigo al que le hice el favor de acompañarlo a una fiesta que yo ni siquiera quería ir hubiera estado a mi lado cuando tanta gente se reía de mí. Pero sabes que, te lo agradezco. David es una persona increíble. Yo también pensé que estaba loco y que buscaba algo para divertirse a mi costa., pero no es así. Fue amable en todo momento, me llevó a un sitio increíble. Estuvimos charlando toda la noche y en ningún momento intentó propasarse conmigo.
-Mara, siento...
-Déjalo Ángel, era una fiesta tu hiciste tus amigos y yo los míos. Pero no me puedes acusar de nada cuando tú fuiste el primero en dejarme sola, sabiendo que no iba a hablar con nadie.
-Tienes razón, lo siento de verdad.
-No te preocupes. Ya te lo he dicho te lo agradezco.
-Bueno, arreglado ese tema, que tal si me cuentas algo de tu nuevo amigo...
Le cuento todo lo que me contó David anoche, incluso el tema de su novia lunática que no le deja solo ni para ir al baño.
-Mara... ese chico tiene novia o como se le pueda llamar no te conviene.
-Ángel somos amigos. Vale que sea guapísimo, pero jamás me metería en una relación.
-Mejor.
-Va, te llamo luego. Tengo que ponerme a estudiar. Un beso, te quiero.

Al final de la noche caigo rendida en la cama, veo en la mesita de noche la foto de mis padres. Me imagino lo felices que eran, y a pesar de que todo se truncara de esa manera se quisieron mucho. Algún día yo quiero encontrar a esa persona, por la cual haría lo que fuera por verla feliz. Aquella persona que me haga sonreír cada mañana y cada noche. Que me haga olvidar el dolor que otras personas me hicieron, borrar ese sentimiento y remplazarlo por felicidad. Aunque por desgracia el  miedo a que esa misma persona que puede darme tanta felicidad también pueda hacerme tanto daño abandonándome como le hizo mi madre a mi padre está ahí. Con ese sentimiento me dejo llevar por el sueño, quizás mañana lo vea todo de otra manera.

El lunes después de comer me estoy preparando para ir a trabajar cuando suena el teléfono:
“Podems verns hoy? David”
Sonrió. Después de aquella noche intercambiamos nuestros teléfonos y no pensé que me fuera a escribir. Me cae bien ese chico pero los líos que se trae con su novia o exnovia no me hacen gracia. Es un chico especial, a pesar de que no le conté todo por vergüenza, sé que puedo confiar en él. A lo mejor sólo me pasa a mí y él solo quiere hablar o salir de su casa y no sabe con quién. Pero nunca me he sentido así con un chico que no fuera Ángel, y sé que si desperdiciara esta oportunidad quizás en un futuro me arrepienta y me preguntaría por lo que habría pasado si hubiera hecho las cosas de otra manera.
“Tng q ir a trabajar ahora pr pdemos vernos dpues? Mara”
Mientras estoy en el trabajo reviso varias veces el móvil pero nada no hay contestación. A lo mejor ha encontrado alguien mejor con quien pasar la tarde. Salgo del trabajo con la esperanza de que él este fuera, pero nada. Lo llamo y no contesta. No entiendo que pasa, porque hace un momento quería verme y ahora me evita. Será mejor que le mande un mensaje.
“Acab d salr dl trabajo sigues keriend verm? Mara”
Nada. No contesta, ni en las siguientes horas. No entiendo nada, prefiero no pensar en ello y descansar, mañana será otro día.

-No sé a qué juega ese chico.
-Ángel, quizás estaba ocupado, no lo sabemos.
-O a lo mejor tenía las manos demasiado ocupadas sobre su chica como para contestarte. Mara piénsalo porque te manda ese mensaje y de repente desaparece. Este chico no me gusta nada.
- ¿Y por qué te tiene que gustar? No hay nada entre él y yo. Él está con su novia y yo... bueno yo no busco nada así que somos conocidos. No me tiene que dar explicaciones.
-Mara ese chico te gusta. Si no fuese así no estarías tan mosqueada porque ayer desapareciera. Admítelo.
-No digas tonterías, si es un desconocido. Vámonos a clase anda.
La verdad es que tiene parte de razón. Algún motivo tiene que haber para que me siente tan mal que no me dijera nada en todo el día de ayer, ni hoy. Es cierto que es un muchacho muy guapo y listo por lo poco que hablé con él. Pero no me puede gustar alguien por conocerlo únicamente de una noche. Sin olvidar el tema de que él tiene novia, que seguramente será guapísima. Jamás se fijaría en una chica como yo. Prefiero no pensar en eso, aunque para mi desgracia no consigo concentrarme en las clases. Necesito salir del instituto. Me encantaría verlo hoy y estar con él, pero no quiero ser pesada, ni arrastrarme. Todavía espero a que me conteste, pero no tengo ninguna esperanza de que lo haga. Será mejor que me olvide de lo que ocurrió, y sobre todo de él.

La semana transcurre lenta no sé por qué. No hago más que ir del instituto a casa, de casa al trabajo y viceversa. Falta decir que no tengo noticias de David, ni tampoco le mandé ningún mensaje más. No entiendo porque muestra interés un minuto y al siguiente no existo para él. Seguramente se haya arreglado con su novia y bueno yo era como un pasatiempo, a lo mejor esperaba que pasase algo y al ver que no iba a ser así decidió pasar de mí, o...
Mil teorías rondan mi cabeza, la verdad es que me gustaría saber lo que ha ocurrido de verdad, que me lo aclare.
Ángel insiste en que vayamos a cenar, ha venido su primo de la ciudad y quiere que les acompañe. No tengo muchas ganas de ir, su primo es algo raro y creo que no le caigo bien, pero tampoco quiero quedarme en casa sola comiéndome la cabeza por él. Si esta con la novia que disfrute con ella que yo hoy voy a salir y a divertirme.

Durante la cena todo son risas. Soy la única chica y aun así no me siento tan incómoda como pensaba. Parece que el primo de Ángel ha cambiado bastante desde la última vez que lo vi. Ha pasado de llevar ropa extraña y hablar solo de comic y anime a ir medianamente bien vestido y hablar de todo un poco. Ismael, cuenta miles de anécdotas de la ciudad y de la universidad. Me da tanta envidia, me gustaría poder estar allí disfrutar de la libertad de la que habla.
Después de la cena quieren ir a tomar algo al bar de un amigo de Ismael de esa forma Ángel y yo podremos entrar a pesar de ser menores. Una vez allí Ángel se esfuerza por sacarme a la pista y bailar pero ese no es mi rollo y le animo a ir con su primo y sus amigos.
-¿Tú no bailas?
-Ismael me has asustado.
-Lo siento, no era mi intención. ¿Te ocurre algo? Pareces tristona.
-No, solo estoy cansada.
En ese momento nos miramos, nunca vi a Ismael como un chico guapo, siempre fue para mí el primo de Ángel sin más. Ahora tampoco es que lo sea mucho, pero tiene algo diferente pero todavía no sé qué es, y no puedo dejar de mirarlo. Cuando al fin consigo apartar la mirada noto como el sigue mirándome. Pide otra copa para él y para mí y brindamos por nosotros.
-Puedes irte con los demás si quieres yo estaré bien. No te preocupes por mí. -Le digo con una sonrisa. Me da pena que se quede a mi lado por no dejarme sola, en vez de poder irse con sus amigos y su primo a bailar o a hacer lo que estén haciendo ahora mismo.
_-¿Por qué? Me lo estoy pasando muy bien a tu lado. No siempre se tiene la suerte de estar acompañado de una chica tan guapa.
¿Guapa? ¿He pasado de caerle mal a que me vea guapa? No puedo evitar sonreír. Quizás David no me viese lo suficientemente guapa pero Ismael sí. ¿Por qué no puedo dejar de pensar en él?
-Gracias.
-No me las des. Estoy seguro que no soy el único que lo piensa, mira a tu alrededor. Todos los tíos de la discoteca alucinan contigo, y se mueren de la envidia porque querrían estar en mi lugar.
Hago lo que me dice, y después de recorrer toda la discoteca, lo único que veo a un chico observándome a lo lejos y otro al final de la barra. Nunca me he sentido guapa, tampoco nunca me ha importado tanto. ¿Por qué desde que conocí a David todo aquello me importa más? Palidezco e Ismael se da cuenta. Me dice de ir fuera a tomar el aire y le sigo, se lo agradezco, ahora mismo aquel lugar es donde menos quiero estar. Me siento en un banco y después de dejarme un rato para estar tranquila pregunta preocupado:
- ¿Mejor?- Asiento - ¿Qué te ha pasado?
-No estoy acostumbrada a estos lugares supongo.
De repente se agacha delante de mí, me pone una mano en la cara y la otra en la rodilla. En seguida se me sube la sangre a la cabeza. ¿Qué hace?
- ¿De verdad estar mejor?
No puedo hacer otra cosa más que asentir, estoy totalmente bloqueada. No sé qué hacer. Y sin darme cuenta tengo su cara a un milímetro de la mía. Noto su aliento en mi cara. Y sus ojos miran directamente a los míos.
-Mara hoy estas guapísima y... me gustas.
Entonces me besa. Primero un beso casto y suave. Un ligero toque, como pidiendo permiso pero sin esperarlo lo profundiza. Yo no respondo estoy paralizada. No me puedo creer lo que está pasando. El primo de mi mejor amigo me acaba de decir que le gusto y me está besando. No sé qué hacer y sin darle más vueltas mi propio cuerpo se deja llevar. Le dejo acceder y nos besamos hasta que nos cuestas respirar. Nos quedamos mirándonos un rato, sin saber que decir.
-Lo siento- dice al fin
- ¿Que sientes?
-Quizás debí haber esperado tu respuesta.- Sonríe
No puedo evitar devolvérsela ante ese comentario. Es mi primer beso y ha sido con el primo de mi mejor amigo. Fue dulce y estuvo bien, pero me esperaba sentir  algo no sé, quizás después de leer tantos libros mi idea del mundo real es totalmente diferente pero quizás si hubiera esperado algo mas o a otra persona. Tampoco tengo queja, Ismael es un chico bueno y fue cariñoso. Ahora mismo no puedo pensar bien del todo, tengo la cabeza hecha un lio y prefiero irme a casa, dormir y esperar que mañana sea otro día.
- ¿Me puedes llevar a casa?
-Claro, pero Mara ¿Estás bien? ¿Estas molesta?
-No tranquilo. Ya te lo dije estoy cansada.- le sonrió para tranquilizarle.
-Bien. Vamos.
En el momento en el que  nos levantamos es cuando me doy cuenta de que alguien nos observa. Me imagino que alguno de sus amigos o mi mejor amigo nos ha visto y está mirándonos. Me vuelvo para saber quién es, y ahí está el, David, plantado como una estatua apoyado en su moto. A su lado hay un grupo de gente pero él no les presta atención, no aparta la mirada de la mía y yo tampoco. Siento un cosquilleo por el cuerpo y como el estómago se me cierra de golpe. Ismael se da cuenta de que me he entretenido con algo, y sigue mi mirada hasta localizar lo que me tiene intrigada.
-          ¿Lo conoces?
Me vuelvo hacia el negando con la cabeza y le animo a seguir nuestro camino.

Cuando me deja en casa es muy tierno, ni si quiera intenta volver a besarme. Sólo me da un abrazo y un beso casto en la mejilla. En el fondo es un buen chico, pero se me sigue haciendo extraño estar con él después del beso. Necesito aclarar mi cabeza pero no ahora, no a las cuatro de la mañana. Me daré primero una ducha y luego me iré a dormir. Ya mañana pensaré en todo esto.
Al entrar en casa veo que las luces del salón están encendidas. Veo a mi padre sentado en la mesa del comedor, entonces sé que algo ha pasado.
-Papa, ¿ha ocurrido algo?
-Ratoncita, por fin estas en casa. Llevo esperándote horas.
Y sin más me da un abrazo y su cuerpo empieza a temblar. En ese preciso instante veo sobre la mesa un bolso y sé que no está solo, y siendo las horas que son no creo que sean buenas noticias. Seguro que la visita es de mi tía, pero ¿Qué ha pasado?
-Papa, ¿Dónde está la tita?
-En el baño, ella ha venido porque... será mejor que te cambies primero. Ponte el pijama y  bajas y hablamos los tres ¿vale?- dicho esto me da un beso en la frente y se pone a recoger los restos de lo que era la cena.
No sé qué hacer ni que decir, todo estaba bien cuando me fui y de repente se presenta mi tía en mi casa por la noche. ¿Le habrá ocurrido algo a Óscar? ¿Le pasará algo a ella? Empiezo a ponerme nerviosa, odio no saber lo que ocurre. Pero decido que lo mejor es hacerle caso a mi padre, subir a mi habitación cambiarme y bajar a que me cuente que demonios ha pasado.

Antes de bajar me aseguro de haber calmado mis nervios. Cuando bajo veo a mi padre sentado con la cabeza agachada y a mi tía abrazándolo por detrás, diciéndole que todo irá bien, dándole ánimos. Pero, ¿Por qué?
En cuanto me ve se levanta y viene corriendo a abrazarme, y  empieza a llorar. No sé qué hacer, lo único que se me ocurre en ese momento es devolverle el abrazo y esperar a que se tranquilice. Pero sin esperar más se separa de mí, me mira a los ojos y me dice:
-Mara, tienes que perdonarme.
- ¿Qué pasa tita?
-Te he mentido. Soy una persona horrible y la peor tía que puedes tener, pero no sabía que otra cosa hacer.
-Tranquila, por favor, no quiero verte así. ¿Nos sentamos? - Asiente. -Tita que ha pasado para que estés así, cuéntame.
-Mara, te he mentido tanto, que no puedo ni si quiera mirarte a la cara, pero ya no puedo más ha pasado algo que lo ha cambiado todo y...
- ¿Me has mentido? ¿Sobre qué?
Y entonces me mira a los ojos y veo el dolor que le causa todo esto, hay algo que le atormenta, algo que si no me contó antes es por mi bien. Miro a mi padre, pero el sigue mirando al suelo. Mi cuerpo entero empieza a temblar de miedo. Mi tía me vuelve a pedir que le preste atención y sin apartar la mirada de la mía me dice:

-Sobre tu madre.

10 comentarios:

  1. Esta my bien la historia!!! estoy super intrigada y ansiosa de saber que pasa!!! besos

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    1. Muchas gracias por comentar me alegro de que te guste la historia!
      Te puedo asegurar que los próximos capítulos son también geniales!
      Muchos besos!

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  2. Me has dejado super intrigada, en serio! Espero con ansias el siguiente capítulo :3

    Un beso :)

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    1. jejejej bueno siempre intento eso que al final del capitulo dejar algo colgado, es lo que mas me gusta cuando yo leo un libro.
      Muchas gracias por comentar y me alegro de que te guste.
      Muchos besos!

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  3. ¡Eh! No nos puedes dejar así quiero saber lo que pasa... Debería decirte que los diálogos son normalmente con el guión arriba - este no _ este... pero en fin tampoco está mal así jajaja
    Espero el siguiente capítulo :3
    Besoos!!^^

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    1. jejejeje si bueno es que si lo contaba perderia la gracia!!
      me alegro que te guste.
      si tienes toda la razon pero en el procesador de texto que ultilizo los guiones normales me los pone como error un lio raro de ordenanores ya muy mayores jejeje pero gracias por decirlo
      Muchos besos!!

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  4. Hola :) Te acabo de nominar a un premio en mi blog. Pásate cuando puedas.

    Besos :)
    http://lasvigilantesdesuenos.blogspot.com.es/

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  5. Saludos! te estoy leyendo y lo cierto es que tienes madera para escribir, no quiero perderme ninguna de tus entradas así que me uno a ti sin dudarlo, tienes todo mi apoyo y te deseo mucha suerte para que pronto te lean mas seguidores y valoren tu escritura. Yo tambien soy escritor y actualmente estoy publicando una novela de misterio en mi página blogger, de momento he publicado el capítulo 1, si quieres echarle un vistazo y darme tu opinión eres bienvenida.

    http://elhogardemishistorias.blogspot.com.es/

    Gracias y hasta la próxima

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    1. Muchas gracias por tu comentario me alegra mucho que te guste, y espero que siga siendo así a lo largo de la historia.
      Claro que si, me paso en cuanto pueda!
      Besos

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