Todo empezaba otra
vez.
La casa que tenía
delante era la misma que se le repetía noche tras noche en sus pesadillas. Miró
a su alrededor y logró ver donde se encontraba. Era un pequeño vecindario de
pueblo, donde casi todas las casas eran iguales salvo porque cada una era de un
color diferente. Pero la casa que tenía delante tenía algo que la hacía
sentirse aterrada. Sabía que aquella casa escondía algo, y no estaba del todo
segura de querer descubrir el misterio.
Mia ya no lograba
saber si todo le era tan familiar de las veces que lo había visto en sueños, o
porque realmente había estado alguna vez en aquel lugar. El miedo empezó a
correrle por las venas, intentó huir pero sus piernas no le respondían, intentó
gritar para pedir auxilio pero su voz había desaparecido por completo.
Es entonces cuando
notó una presión, como si alguien mil veces más fuerte que ella la agarrase por
detrás para que no se pudiera mover. Como si alguien la sostuviese en esa misma
posición, para que no pudiera apartar la vista de aquella casa. Pero detrás de
ella no había nadie, estaba totalmente sola en aquel lugar. ¿Qué le estaba
pasando?
Buscó algo con lo
que poder ayudarse, alguna escapatoria, alguien que estuviera viendo aquello y
pudiera acudir en su ayuda, pero nada, la calle parecía estar completamente
vacía. Sólo entonces se dio cuenta que no muy lejos de ella había un hombre
encapuchado. Por lo poco que logró ver, pudo distinguir que se trataba de un
hombre mayor con aspecto cansado, pero no logró ver del todo bien sus rasgos.
Intentó llamar su atención pero él no pareció darse cuenta, en ningún momento
miró hacia su dirección, parecía bastante concentrado en algo. Mia gritó
pidiendo auxilio pero aquel hombre parecía no escucharla, nadie acudía en su
ayuda. ¿Cómo podía ser así?
Aquel hombre
misterioso no apartó en ningún momento los ojos de la casa, avanzó seguro hacia
la puerta y cuando Mia creyó que iba a entrar, se paró en seco. Se quedó quieto un momento, y de repente todo
se volvió borroso. De la nada empezaron a brotar llamas de la casa, el hombre
seguía inmóvil en la puerta, y todo se volvió muy confuso.
Se escucharon
gritos y llantos, los vecinos sorprendidos por el espectáculo que ofrecían las
llamas salían de sus casas y empezaron a aglomerarse en la calle, pero ninguno
parecía darse cuenta de que Mia estaba allí también.
Cuando esta empezó
de nuevo a luchar contra el agarre, se percató
de que el hombre misterioso estaba a su lado, a tan solo unos
centímetros de ella. Mia no pudo alejar los ojos de él, pero él solo le
prestaba atención a la casa. Lo único que logró ver Mia por el reflejo que
provocaba el fuego en su rostro fue una sonrisa, la sonrisa más diabólica que
había visto nunca. Lo que hizo que un escalofrío le recorriera todo el cuerpo.
El hombre estaba
disfrutando con lo que estaba viendo.
Mia paralizada
observaba como el hombre se marchaba tranquilamente mientras se reía a
carcajadas. Esa risa volvió a despertar a Mia en su lucha contra aquella
presión, pero nada de lo que hacía daba resultado.
¿Qué estaba
pasando? ¿Quién era ese hombre? ¿Qué hacía en aquella casa?
De repente todo el
ruido desapareció, era como si de la nada todos se hubieran callado. Pero Mia
vio como la gente seguía hablando pero por mucho que se esforzaba, ella ya no
los podía escuchar. El cuerpo de Mia empezó a temblar del miedo, cuando notó
que aquella presión que la mantenía inmóvil se aflojó.
Empezó a correr
sin ningún rumbo fijo por la calle, lo único que quería era salir de ahí lo
antes posible, cuando la vio. Estaba parada en frente suya, con la mirada fija
en sus ojos.
Ella otra vez.
“Tienes que
ayudarme, solo tú puedes hacerlo. No puedes seguir huyendo.”
Más que una
súplica, aquello parecía una orden, que debía cumplir sí o sí.
Siempre he creído que el prólogo es uno de los puntos más importantes de una historia, porque al menos a mí es lo que me engancha al libro. Y la verdad es que este está muy bien, confuso hasta cierto punto, pero eso mismo te da curiosidad por seguir leyendo. Voy para el capítulo uno ahora mismo.
ResponderEliminar¡Muuuak! :)
Pues si yo pienso igual que tu el prologo es bastante importante porque suele decir por donde irá la trama, yo esperaba eso que la gente que lo leyese quisiera saber mas :D
EliminarMuchas gracias por comentar!! Muchos besitos :D